miércoles, 7 de noviembre de 2007

Aquel viaje

Hace ya muchos años, antes incluso de que yo fuera plenamente consciente de mi homosexualidad hice un viaje en tren que sigo recordando muy a menudo. Fue un trayecto Madrid-París en un talgo, creo recordar, y en coche cama. El compartimento era de cuatro y viajábamos en las literas inferiores una madre y su hijo ó hija, no recuerdo, muy pequeño/a. En las literas superiores íbamos yo y una chica francesa. No me acuerdo de su cara, sólo se que era morena y puede que un poco mayor que yo. Por aquel entonces yo tendría veintipocos. Enseguida hubo una estupenda conexión entre las dos, estuvimos hablando gran parte de la noche, y sí recuerdo que me sentía muy cómoda. Una vez que llegamos a París (yo vivía allí temporalmente) ella me dio su teléfono (no recuerdo si yo le di el mío o no, supongo que sí), quedamos en llamarnos y vernos de nuevo. Unos días después, no muchos ya que yo no lograba quitármela de la cabeza la llamé. No logré encontrarla en casa y dejé un mensaje en el contestador diciéndole quién era y recordándole mi teléfono. Nunca me devolvió la llamada. Aún ahora, tantos años después imagino qué hubiera sido de mi vida si ella me hubiera llamado, si entre las dos hubiera pasado algo... Son preguntas sin respuesta lo sé.

2 comentarios:

marga dijo...

ay! esas incógnitas

no te devolvió el llamado? capaz que vos tampoco estabas hmmm

salu2

Calimero dijo...

Puede, pero yo también tenía contestador,podía haber dejado un mensaje...

:-)