sábado, 29 de diciembre de 2007

Y ocurrió

Acabo de llegar de viaje después de dos días fuera. Ha sido un viaje triste y duro. Mi tío murió el jueves 27. A los 55 años el cáncer se lo ha llevado en poco más de 5 meses. Qué injusta es la vida a veces. Han sido dos días de mucho dolor. Sin embargo, enfrentarme así, tan cerca, a la muerte me ha recordado que hay que disfrutar cada momento como si fuera el último, y valorar en su justa medida los problemas cotidianos que a veces no lo son tanto, sino que somos nosotros los que los magnificamos. No sabemos el tiempo que estaremos por aquí, pero el que estemos tenemos que aprovecharlo al máximo.

2 comentarios:

marga dijo...

terrible, lo siento mucho
y creo que a pesar del dolor, hay mucha sabiduría en tus palabras

un abrazo muy grande

Mercedes dijo...

Siento mucho lo de tu tío. Cuanta razón tienes en lo de disfrutar cada momento y valorar los problemas en su justa medida. Muchas veces nos preocupamos por cosas a las que no deberíamos dar tanta importancia

Un abrazo muy fuerte.